BLOG DISPONIBLE EN AUDIO CLIC AQUÍ Julia Cameron hizo famosa la idea de las “páginas matutinas”, y hoy además de honrar la referencia, quiero recomendarte escribir al despertar; una cita contigo antes de que el mundo te pida algo. No se trata de hacerlo perfecto ni de buscar sentido. Se trata de dejar que la mano hable antes que la mente, de permitir que tu alma se exprese sin filtros. Escribir así limpia, acomoda, libera… es una forma de higiene emocional que te acompaña, te ordena y te devuelve a tu centro. Eso es, en esencia, lo que llamo Garabatos Conscientes: palabras que nacen desde el alma y que, sin darte cuenta, empiezan a sanar lo que llevas dentro. Tres páginas escritas a mano todas las mañanas al despertar, bastan. Otro de los pilares de los Garabatos Conscientes es aprender a suspender el juicio . Escribir para sanar no funciona cuando intentamos corregirnos, censurarnos o “vernos bien” en la página. Al contrario: se trata de permitir que todo lo que aparezca — lo incómodo, lo que nunca dices en voz alta— tenga un lugar seguro donde expresarse. A esto yo le llamo tu voz interior sin filtros: una actitud de apertura que te invita a mirarte con honestidad y con una profunda benevolencia. Cuando dejas de juzgarte y simplemente te acompañas en lo que escribes, algo en ti se libera. Se abre un espacio íntimo, cálido, donde puedes explorar tus emociones sin vergüenza ni tabúes. Es en esa libertad interior donde ocurre la verdadera sanación. Una escritura sensorial, que nace de lo que estás sintiendo en ese instante: un suspiro, una imagen que aparece sin pedir permiso, una emoción que se mueve como agua adentro. No es únicamente relatar lo que pasó o analizar por qué lo sentiste; es permitir que tu experiencia tenga cuerpo, textura, temperatura. De forma personal te digo que cuando comencé a describir con detalle lo que percibía —un color, una sombra, una emoción que se abría despacio— pude salir de la depresión y sanar. Y es que cuando escribimos desde los sentidos, algo en nosotros se acomoda. La vida encuentra forma. Lo interno se integra. Lo que dolía se vuelve más claro y, a veces, hasta más suave. SI PREFIERES ESCUCHAR ESTE BLOG EN AUDIO DA CLIC AQUÍ






