Me pongo en tus zapatos
Cinco años con esta linda tradición.

Hay historias que comienzan sin planearse, solo surgen del corazón.
Me pongo en tus zapatos empezó en
Fresnillo, Zacatecas, en el 2020, en un año donde el mundo se detuvo, pero mi alma sintió un llamado fuerte: hacer algo que recordara a los niños que no estaban solos.
Ese año tomé una decisión sencilla: regalar tenis nuevos a niñas y niños que los necesitaban. Envuelto en papel de regalo iba un par de zapatos… pero también iba un mensaje silencioso:
“Tú importas. Tú mereces caminar con dignidad. Tú mereces estrenar.”
Desde ese día, Me Pongo en Tus Zapatos dejó de ser solo una idea; se convirtió en un movimiento de amor práctico, de empatía activa y de pasos que se multiplican gracias a la generosidad de muchos.
Ese diciembre entregué los primeros tenis con mis propias manos.
Fue muy satisfactorio ver niños sonrientes, manos pequeñas recibiendo un regalo inesperado, miradas que decían más que cualquier palabra.
Y descubrí algo: cuando nos ponemos en los zapatos del otro, entendemos que no estamos aquí solo para caminar; estamos aquí para acompañar.
Fue imposible detenerme.
Ahí supe que lo repetiría cada año.
Me pongo en tus zapatos es un movimiento que crece gracias a corazones generosos
Desde entonces, cada año he logrado llegar a más niños, no porque yo pueda sola, sino porque personas como tú eligen sumarse, donar y confiar en que su aportación realmente llega a quien lo necesita.
Cada donativo se convierte en un par de tenis envueltos como un regalo de Navidad.
Y ese regalo se transforma en:
- Autoestima
- Alegría
- Confianza
- Y la certeza de que en este mundo alguien piensa en ellos
2025: Este año la dinámica es diferente, pero el objetivo el mismo que Un niño reciba amor… para que un día al crecer, también elija darlo.
Cada donativo cuenta.
Cada paso suma.
¿Cómo puedes apoyar?
Muy sencillo:
Este año quiero agradecer tu generosidad con el corazón en la mano.
Al adquirir mi libro Alas de Poder: 2026, el año para renacer, automáticamente estás realizando un donativo que será transformado en un par de tenis nuevos para un niño que los necesita.
No tienes que hacer nada más.
Tu lectura se convierte en un paso real en los pies de un pequeño.
Tú recibes un libro que te impulsa a renacer.
Ellos reciben un regalo que les cambia la forma de caminar.
Juntos hacemos magia real.
Gracias por ponerte en sus zapatos.
Gracias por caminar conmigo.
Gracias por ayudarme a llevar esperanza a donde más se necesita.






